El presente “proyecto tecnológico”, se focaliza en las mil doscientas familias provenientes del norte del país y países limítrofes, en busca de trabajo.
Asentadas espontáneamente en la margen sur del Río Grande de la ciudad homónima, donde las familias se han autoconstruido precarias casillas de madera y chapa y carecen de los servicios básicos por red: agua, cloaca, gas natural, electricidad.
Entre tantas carencias, se aisló e investigó la problemática de la “mala aislación térmicas de las casillas”, que produce grandes pérdidas de calor; pues, para tener una temperatura interior agradable (21ºC) y soportar las bajas temperaturas dominantes a lo largo de todo el año, se requieren de grandes cantidades de calorías (calefacción).
Esta calefacción la hacen con: gas envasado (insuficiente), tachos de leña que producen humo (problemas agudos de respiración) y recalentamiento de las casillas, derivando en incendios, muertes y pérdidas materiales.
Las industrias, producen abundantes desechos de pallet de maderas (tarimas), tachos de 200 litros, poliestireno expandido (telgoport) y cartón, que desechan.
Estos materiales fueron investigados[1] y poseen muy buenas características de aislación térmica, con ellos se diseño: 1) una solución térmica y económica para las casillas existente; 2) se está construyendo un prototipo de vivienda social, que es económica, ecológica y aislada térmica, hidrófuga y acústicamente.
Estas soluciones traen aparejados otros beneficios: para la salud de las personas, vivienda confortables y de bajo costo, reciclaje de materiales buenos y que se desechan.
Beneficiando y remediando esto al castigado medio ambiente.
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